La Mariposa y la Importancia de Ser Valiente

Había una vez una hermosa mariposa que tenía miedo de volar. A menudo se quedaba en su capullo, temerosa de enfrentar el mundo exterior. La mariposa quería volar y explorar el mundo, pero el miedo la mantenía atrapada.

Un día, la mariposa conoció a una abeja amigable que estaba recolectando néctar. La abeja notó que la mariposa no estaba volando y le preguntó: “¿Por qué no estás volando, amiga mariposa?”

La mariposa respondió: “Tengo miedo de volar. Temo caer y lastimarme.”

La abeja le dijo a la mariposa: “Comprendo tu miedo, pero recuerda que eres una mariposa. Tu propósito es volar. Debes ser valiente y enfrentar tus miedos para lograr tus metas.”

La mariposa estaba asustada, pero decidió seguir el consejo de la abeja y salir de su capullo. Con temblorosas alas, la mariposa se elevó en el aire. Al principio, se sintió inestable, pero poco a poco fue ganando confianza.

La mariposa voló más alto y más lejos de lo que había imaginado, descubriendo nuevas flores y colores en el camino. Se sintió libre y feliz de haber vencido su miedo.

La mariposa aprendió que, aunque es normal sentir miedo, es importante enfrentarlo para poder crecer y experimentar cosas nuevas. Aprendió que ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentarlo y superarlo.

Desde ese día en adelante, la mariposa exploró el mundo sin miedo y se convirtió en una de las mariposas más fuertes y valientes del jardín. La abeja amigable siempre estuvo allí para recordarle a la mariposa lo valiente que era y lo lejos que había llegado.

El fin.